Un «cibervoluntario» es aquella persona que defiende una causa; ideológica, secta religiosa, empresa favorita, cultura…. ante los demás usuarios de internet, intentando convencerlos de que los ideales que ellos defienden son equivocados y que los suyos son mejores. El problema es que alguien que realmente tiene una convicción fuerte sobre algo no va por ahí pregonándolo; lo interioriza, y si alguien debate con él sobre sus convicciones, está abierto y encantado de poner sus ideales a prueba para ver cómo puede mejorarlos, cómo se defienden y qué tan bien sobreviven a ese debate. En ningún momento tiene miedo de estar equivocado, porque, al no andar pregonando sin que nadie se lo pida, sabe que es de sabios rectificar.
Sin embargo, los «cibervoluntarios» piensan según por donde sople el viento: hoy compran un discurso del referente que esté de moda, mañana de otro… El discurso que pregona su referente lo hacen propio e intentan, a la mínima que pueden, soltar y defender el punto de vista que tienen en ese instante. Hoy liberales, ayer podemitas/republicanos; hoy valores tradicionales, ayer progresismo… Son «cibervoluntarios» porque, igual que los voluntarios en la vida real, hacen un trabajo por amor al arte, o como mucho para sentirse parte de un grupo y hacer ver que también están a la vanguardia de «la última forma de pensar».
A diferencia de la vida real, en la vida virtual pueden hacer mucho más ruido: una sola persona puede crearse tantas cuentas y repetir sus ideas en tantos sitios como tiempo libre tenga. Ahí está el gran impacto que tienen. Además de que las puede romantizar y sacarlas de contexto de forma muy sencilla, un edit corto mostrando cosas que confirman su teoría, un meme, una caricatura, un comentario irónico.
NO SEAS UN CIBERVOLUNTARIO
El COVID, el volcán de La Palma, la guerra de Ucrania, la DANA de Valencia… (desde el 2020 vamos a catástrofe por año; me da miedo 2025 xD). Y, además, una cantidad de bulos, solo porque hay gente que quiere ser relevante y tener su segundo de fama. Y lo peor no son ellos, ¡eres TÚ!
Una persona tiene que tener pensamiento crítico, o por lo menos eso se ha dicho siempre, desde el cole. Lo que pasa es que eso nunca nos lo han fomentado ni formado realmente; siempre se ha dicho que en la universidad es donde uno desarrolla su espíritu crítico. Pero mi breve estancia por allí (2 años) discrepa: en la uni no aprendí ni a leer una nómina, y eso que estudiaba económicas, xDDD.
Lo que yo entiendo por ser crítico: el debate del terraplanismo, el COVID y todas esas magufadas han venido muy bien para incentivar el espíritu crítico. Y es que, con lo bien argumentadas que estaban algunas teorías, incluso te ponen a dudar de si la Tierra es redonda, cosa que se da por hecho, como si fuera una ley divina que desde pequeños nos hemos aprendido sin rechistar. ¿Acaso has subido tú al espacio para comprobar que la Tierra es redonda, como sí has hecho al comprobar que el agua moja y el fuego quema? Y esa es la clave de todo: dudar incluso de si estás vivo (el famoso “pienso, luego existo” que afirma que existimos porque pensamos, aunque hasta el mismo hecho de existir se pone en duda). Porque lo que hay hoy en día es un dogma de fe brutal en lo tecnológico, en lo que está bien visto por la mayoría, en la ciencia… Me explico: obviamente la ciencia es lo que es, pero siempre hay que tener opinión propia y no ser una marioneta flácida que se deja meter cualquier idea, cual muñeca hinchable pasiva.
Es decir, en la ciencia una verdad es verdad hasta que se demuestre lo contrario, pero mientras tanto muchas personas la han interiorizado y expandido hacia otros, aceptando una verdad sin cuestionarla hasta que la misma ciencia la descarta. Es decir, la persona de a pie confía ciegamente.
Tienes miedo de ser una oveja sin pastor, por eso buscas líderes y referentes. QUE TU VOZ NO SEA EL ECO NI EL DESEO DE OTROS.
- Que nuestra voz no sea el eco de otros que nos usan como medios y no como fines. Somos su rebaño de voceros.
No se trata solo de ser crítico con los demás, con lo que ves, con lo que oyes. Se trata también de ser crítico con lo que tú haces, preguntarte si lo que haces está bien o está mal, si la conducta que críticas en otros no la estás repitiendo tú mismo.
Das tu opinión sobre algo, pero ¿esa opinión es tuya propia al 100% o estás repitiendo la opinión que otros te han hecho tener? Igual que cuando buscas información en Google y ves cinco blogs con los mismos datos y dices: “pues si los cinco son iguales, tendrán razón”, pero la verdad es que hay uno original y cien copias. No seas una copia; ten opiniones basadas en experiencias y vivencias. Si vas a poner en tu boca la voz de otro, por lo menos hazlo saber: «dicen», «eso hablan…»
